domingo, 16 de junio de 2013

La casa del silencio: Mi violín tenía alma

Fue a través de Internet donde me enteré que Blanca Busquets publicaba una nueva novela. Sin pensármelo me fui a la librería más cercana de mi barrio a comprarla. Entré decidida a quedármela por eso no reparé en los otros libros que había en las estanterías, buscaba algo en concreto. Le dije a la librera el libro que quería y me frustré al ver su cara de desconcierto. No hizo falta que me dijera que no le sonaba de nada. Consultó en el ordenador e incluso llamó a otra librería por si tenían el libro en cuestión pero salí de allí con las manos vacías. Probablemente el libro estaba dentro de las cajas todavía sin desembalar.

Aguardé dos días de interminable espera, cuando se me mete algo en la cabeza es difícil sacármelo. Cuando pude y mi trabajo me permitió escaparme un momento, fui a otra librería. Le dije lo que quería a otra librera. Consultó en el ordenador y me dijo que había dos ejemplares, empezó a buscarlos pero no los encontraba, me dijo en qué idioma quería la novela, sin en catalán o en castellano. Me encogí de hombros y le contesté que me daba igual. Yo buscaba un alma en ella y el alma no entiende de idiomas. Mientras la librera buscaba mi deseo, una mujer de edad avanzada pedía “Infierno” y no sé acordaba del nombre del autor. Dan Brown, le dije y ella repitió con un acento pulido de inglés tan diferente del mío que es más bien macarrónico. Por fin, y antes que la librera encontrara mi novela, fui yo misma quien reparé en “La casa del silencio” por su portada que había memorizado a través de la imagen digital del ordenador en una de sus estanterías repletas. La compré y salí de allí con el alma satisfecha a la espera de leerlo cuanto antes. Aquella misma noche la empezaría.

Era marzo y quedaba justo un mes para Sant Jordi pero yo ya me había hecho mi regalo. ¿Caería en la tentación de autoregalarme más libros para esta fecha? Seguro que sí y así ha sido. “La casa del silencio” me la leí rápido porque no es muy extensa pero he tardado en escribir la reseña porque la he ido degustando, releyendo algunos pasajes, así como escuchando a Bach y su “Concierto para dos violines” por los altavoces de mi ordenador mientras releía los diferentes capítulos.
 Bueno, después de esta introducción, basada en mis experiencias de compra y de lectura, empezaré por hablaros de la novela.


EL ARGUMENTO

Si “La nevada del cuco” nos relataba el poder que tiene la escritura,  “La casa del silencio” nos narrará el poder que tiene la música.

Esta novela nos explica la historia de un violín que es mágico y que tiene alma. Ha pasado de mano en mano durante su vida, envolviendo con su música los diferentes personajes que configuran la novela. Mujeres y hombres que se desviven por la música.


MIS IMPRESIONES

Es una historia que empieza con fuerza, una novela coral que suena con sus cuatro voces, la de María, la de Teresa, la de Ana y finalmente la de Mark, en el concierto de su vida: un homenaje al compositor Karl, después de diez años de su muerte.

Ana y Teresa, tan diferentes, tan contrapuestas,  interpretarán el “Concierto para dos violines“ de Bach con su talento para rendirle homenaje al hombre de su vida. Técnica frente emoción. Alma frente a ausencia de ésta. Mark dirigirá ese concierto tan emotivo. María será la espectadora en donde irá repasando su vida o lo que queda de ella. Son personajes sólidamente muy bien construidos donde sus pensamientos no dejarán de resonar, en donde cada uno tiene su propia historia que se entremezcla con las demás. Una historia que te emocionará y en donde disfrutarás con la pluma maestra de Blanca Busquets.

Si me dijeran con cuál personaje quedarme de todos me pondrían en un aprieto, pues cada uno forma parte de la melodía y tiene su por qué. Esta es una historia de mujeres, cierto, en donde ellas llevan la voz, en donde interpretan a través de la música su vida, y quien dirige la batuta es un hombre. ¿Casualidad? Me da por pensar que no.

¿LA RECOMIENDO?

Sí, personalmente me gustó más “La nevada del cuco” porque hizo sufrir más a mi alma, pero ésta no deja de ser una historia bella y dulce, con una estructura que me ha encantado y con los diferentes puntos de vista de sus personajes que están muy bien trazados.

LA FOTO


Os dejo una foto con las dos novelas que me he leído de Blanca Busquets, una en catalán y la otra en castellano. Mi alma bilingüe se complementa de esta manera. El otro día os comentaba que me gustaba incorporar autores nuevos en mi biblioteca personal, ni qué decir que cuando despiertan mi interés, me gusta seguir sus trabajos de cerca. Con esta autora barcelonesa, da gusto repetir.


2 comentarios:

  1. Me has recordado a la preciosa película El violín rojo...
    Besos,

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  2. No he leído nada de ella; la tendré en cuenta.
    Abrazo!

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