Fue a través de Internet
donde me enteré que Blanca Busquets publicaba una nueva novela. Sin pensármelo
me fui a la librería más cercana de mi barrio a comprarla. Entré decidida a
quedármela por eso no reparé en los otros libros que había en las estanterías,
buscaba algo en concreto. Le dije a la librera el libro que quería y me frustré
al ver su cara de desconcierto. No hizo falta que me dijera que no le sonaba de
nada. Consultó en el ordenador e incluso llamó a otra librería por si tenían el
libro en cuestión pero salí de allí con las manos vacías. Probablemente el
libro estaba dentro de las cajas todavía sin desembalar.
Aguardé dos días de
interminable espera, cuando se me mete algo en la cabeza es difícil sacármelo.
Cuando pude y mi trabajo me permitió escaparme un momento, fui a otra librería.
Le dije lo que quería a otra librera. Consultó en el ordenador y me dijo que
había dos ejemplares, empezó a buscarlos pero no los encontraba, me dijo en qué
idioma quería la novela, sin en catalán o en castellano. Me encogí de hombros y
le contesté que me daba igual. Yo buscaba un alma en ella y el alma no entiende
de idiomas. Mientras la librera buscaba mi deseo, una mujer de edad avanzada pedía
“Infierno” y no sé acordaba del nombre del autor. Dan Brown, le dije y ella
repitió con un acento pulido de inglés tan diferente del mío que es más bien macarrónico.
Por fin, y antes que la librera encontrara mi novela, fui yo misma quien reparé
en “La casa del silencio” por su portada que había memorizado a través de la
imagen digital del ordenador en una de sus estanterías repletas. La compré y
salí de allí con el alma satisfecha a la espera de leerlo cuanto antes. Aquella
misma noche la empezaría.
Era marzo y quedaba justo
un mes para Sant Jordi pero yo ya me había hecho mi regalo. ¿Caería en la
tentación de autoregalarme más libros para esta fecha? Seguro que sí y así ha
sido. “La casa del silencio” me la leí rápido porque no es muy extensa pero he
tardado en escribir la reseña porque la he ido degustando, releyendo algunos
pasajes, así como escuchando a Bach y su “Concierto para dos violines” por los
altavoces de mi ordenador mientras releía los diferentes capítulos.
Bueno, después de esta introducción, basada en
mis experiencias de compra y de lectura, empezaré por hablaros de la novela.
EL ARGUMENTO
Si “La nevada del cuco”
nos relataba el poder que tiene la escritura, “La casa del silencio” nos narrará el poder
que tiene la música.
Esta novela nos explica
la historia de un violín que es mágico y que tiene alma. Ha pasado de mano en
mano durante su vida, envolviendo con su música los diferentes personajes que
configuran la novela. Mujeres y hombres que se desviven por la música.
MIS IMPRESIONES
Es una historia que
empieza con fuerza, una novela coral que suena con sus cuatro voces, la de
María, la de Teresa, la de Ana y finalmente la de Mark, en el concierto de su
vida: un homenaje al compositor Karl, después de diez años de su muerte.
Ana y Teresa, tan
diferentes, tan contrapuestas, interpretarán el “Concierto para dos violines“
de Bach con su talento para rendirle homenaje al hombre de su vida. Técnica
frente emoción. Alma frente a ausencia de ésta. Mark dirigirá ese concierto tan
emotivo. María será la espectadora en donde irá repasando su vida o lo que
queda de ella. Son personajes sólidamente muy bien construidos donde sus
pensamientos no dejarán de resonar, en donde cada uno tiene su propia historia
que se entremezcla con las demás. Una historia que te emocionará y en donde
disfrutarás con la pluma maestra de Blanca Busquets.
Si me dijeran con cuál
personaje quedarme de todos me pondrían en un aprieto, pues cada uno forma
parte de la melodía y tiene su por qué. Esta es una historia de mujeres,
cierto, en donde ellas llevan la voz, en donde interpretan a través de la música
su vida, y quien dirige la batuta es un hombre. ¿Casualidad? Me da por pensar
que no.
¿LA RECOMIENDO?
Sí, personalmente me
gustó más “La nevada del cuco” porque hizo sufrir más a mi alma, pero ésta no
deja de ser una historia bella y dulce, con una estructura que me ha encantado
y con los diferentes puntos de vista de sus personajes que están muy bien
trazados.
LA FOTO
Os dejo una foto con las
dos novelas que me he leído de Blanca Busquets, una en catalán y la otra en
castellano. Mi alma bilingüe se complementa de esta manera. El otro día os
comentaba que me gustaba incorporar autores nuevos en mi biblioteca personal,
ni qué decir que cuando despiertan mi interés, me gusta seguir sus trabajos de
cerca. Con esta autora barcelonesa, da gusto repetir.
Me has recordado a la preciosa película El violín rojo...
ResponderEliminarBesos,
No he leído nada de ella; la tendré en cuenta.
ResponderEliminarAbrazo!