jueves, 31 de enero de 2013

La verdad no es fácil desenterrarla




Me compré este libro a través de “Círculo de lectores” la primavera pasada. Empecé a leerlo y lo abandoné no sé por qué pues no fue precisamente porque no me atrajera, se quedó en la estantería atrayendo polvo y no fue hasta hace quince días que lo desenterré y reemprendí la lectura empezando desde el principio. Esta vez lo he terminado por completo y aquí os traigo mi reseña.

Las novelas que tratan sobre Sagas Familiares siempre me han gustado y aquí no hago excepción, este libro tiene un buen argumento y está muy bien documentado. Recorreremos toda la vida de una familia a través de cuatro generaciones, es normal que aparezcan muchos personajes a través del tiempo pero la manera que tiene la autora de presentárnoslos no hará que nos perdamos en el texto sino todo lo contrario, disfrutaremos de su lectura y veremos como todos los personajes se relacionan entre sí dando una perfecta totalidad a la novela. Al finalizarla no se dejan cabos sueltos, conseguiremos desenterrar la verdad y creo que aunque pase el tiempo esta novela te hará huella en tu memoria.


EL ARGUMENTO



Presente, pasado y futuro entremezclados, esto es lo que “Habitaciones cerradas” te mostrará desde un principio.
 
María del Roser Golorons, la matriarca de la historia, heredera de un imperio textil mataronés, se casa con Rodolfo Lax. Tiene tres hijos: Amadeo, Juan y Violeta que muere prematuramente. Su primogénito, Amadeo, es pintor y conoceremos desde el primer capítulo las obras que nos ha dejado de gran envergadura que tratará de estudiar su nieta Violeta en la actualidad. Amadeo, personaje complejo, se casará con Teresa Brusés y en su matrimonio tendrán un único hijo, Modesto, el padre de Violeta. Teresa abandona a su marido, convirtiéndose en su gran obsesión en los cuadros del pintor y es a través de ellos donde se esconde la verdad. No será hasta muchos años después cuando su nieta Violeta regrese desde Estados Unidos porque su casa familiar barcelonesa se tiene que convertir en un museo-biblioteca con toda la obra de su abuelo, Amadeo Lax. Detrás de un mural del retrato de su abuela, aparentemente inocente, descubrirán una habitación cerrada en donde se esconde un cadáver momificado que el paso de los años no ha borrado. La intriga está servida. ¿Quién es el muerto? ¿Cómo murió? ¿Quién lo escondió allí? ¿Tiene algo que ver con la familia? Violeta tratará de averiguar por todo los medios posibles la verdad enterrada pero “el pasado, visto desde el presente, siempre es un rompecabezas al que le faltan piezas”.

 

MIS IMPRESIONES


Desde las primeras líneas que he leído me he dado cuenta que no estaba ante una novela convencional. No es una novela lineal ya que hay diferentes saltos en la historia, vas recorriendo el pasado en distintos momentos y presentados de una forma no cronológica. El narrador omnisciente, que es el único que lo sabe todo, te hace partícipe de la historia e incluso en ocasiones opina. De todas maneras, en ningún momento me he sentido perdida ya que a través de sus páginas este mismo narrador me ha ido guiando y mostrándome varias piezas de este rompecabezas que poco a poco he ido completando.
 
Tampoco es convencional que la novela esté formada por diferentes tipos de texto con sus distintas tipografías. De esta manera hay comentarios sobre los cuadros de Amadeo, cartas, distintos e-mails y extracciones de blogs(tratando la época más actual que es el año 2010), noticias de periódicos, aparte de los capítulos propiamente dichos que tiene cualquier novela. Los capítulos no son muy largos en cuanto a extensión y hace que vayas avanzando rápidamente a través de sus páginas. Es una novela que no se hace pesada ya que es muy variable, además tiene intriga, “secretos inconfesables y pasiones ocultas”, ingredientes necesarios para generar interés al lector.
La época que trata, la fascinante Barcelona del modernismo, está correctamente documentada. Personajes de ficción, como toda la familia Lax, se entremezclan con personajes reales. De esta manera aparecerá por ejemplo, Francesc Canal Ambrós, Emilio de la Cuadra, Eduardo Conde Jiménez, Alfonso XIII, Josep Estruch… Al final del libro hay una Dramatis Personae con todos los personajes que aparecen en el libro ordenados alfabéticamente, los subrayados corresponden a personajes que realmente existieron.
 
El incendio de los Grandes Almacenes El Siglo forma parte de la trama y por este motivo, el libro que tengo que no es ninguna edición de bolsillo, en su interior aparece forrado con los carteles de la época de estos grandes almacenes, cosa que encuentro muy acertada y le da al libro un toque diferente. La portada también me ha gustado, se ve una escalinata curvada hacia la izquierda y una mujer debajo de todo con un sombrero que le tapa toda la cara. No podemos apreciar quién es, como tampoco podemos saber en un principio quién es el cadáver que se encuentra en esta habitación cerrada que ha permanecido durante décadas en las sombras.
Es un libro complejo cargado de argumento ya que incluso el presente también tiene algo de intriga y no precisamente en referencia al pasado. Violeta, protagonista de la historia, también tiene una historia que contarnos y la conoceremos a través de los e-mails que se intercambia con su madre.

 

¿LO RECOMIENDO?


Sí, totalmente. Sus 495 páginas se me han hecho cortas. A la autora, Care Santos, no la conocía ni de oídas cuando compré el libro pero sus palabras me han satisfecho gratamente. En sus agradecimientos, al final pone: “Y a todos aquellos que aún son capaces de emocionarse con un puñado de palabras”. Me doy por aludida ya que sus palabras y sus personajes me han emocionado.
 
 
 

4 comentarios:

  1. Lo leí el año pasado y, como a ti, también me gustó mucho. Yo conocía lecturas juveniles de la autora, pero no había leído nada de ella destinado al público adulto.
    Abrazo!

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  2. Encara no me estrenat amb l'autora. M'agraden els llibres de sagues familiars. El llibre me'l van recomanar fa temps, així que ara queda doblement apuntat.

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  3. Nada más que maravillas he leído sobre esta novela... y yo sin leerla. Tu recomendación me la anoto también, a ver si logro hacerla un hueco.
    Besos,

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  4. Me pasa como a Carmen, he leído un montón de reseñas positivas sobre esta novela y aun no me he hecho con ella.
    Besitos.

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