martes, 4 de septiembre de 2012

El reto de este blog

Nunca he entendido la vida sin Literatura. Ella, como dulce sirena chillido al viento, siempre ha peinado mi alma.
Mis pequeñas creaciones de niña, mis humildes historias, cuentos del ayer y de hoy, poemas del sentimiento más hondo, me han acompañado hasta perderse en las sombras. Después del silencio, de mi bloqueo interior, sólo queda la nada. La nada de una década de historias no creadas.
Un día, sin saber por qué, recuperas los escritos que creías ya olvidados en el fondo de un cajón. Los ordenas y descubres que tu rosa ha perdido varios pétalos. Sólo te queda la vaga memoria de la historia que escribiste durante altas horas en la madrugada. Recuerdas un final impreciso: los pronombres ¿cómo eran?, ¿qué adverbios utilizaste?, ¿y el sonido de tus letras? Nunca debiste perderlos, piensas indignada.
Pero la musa, tu musa bilingüe, te ha vuelto a hablar con la voz que creías ya olvidada. Y es Ella, la que me empuja al blog de la reconstrucción de un pasado como cubo de Rubick despedazado.

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